Fiesta de disfraces

El juego de disfraces es una inclinación natural que tiene su momento más divertido en la infancia, el más apasionante en la juventud y el más patético en la edad adulta. Para el niño que representa el personaje de su admiración basta con ponerlo en escena sobre el universo de su imaginación, alimentada por cuanta fauna y héroes le impone la tele, el cine y el mercado, sin que por ello se excluyan el tradicional personaje del ratoncito o el tristemente célebre policía.

En el tiempo de las rebeldías, los jóvenes optan por disfraces sombríos que expresen su marginalidad y rechazo al mundo reglado de los mayores: disfraces de variadas pintas y fachas, con piercing en la lengua en los pezones o en el ombligo, tatuajes de mil motivos y colores, accesorios y colgandejos esotéricos o diabólicos según mande la moda o el rito de la tribu a que pertenezca, ya punkeros, metachos, ñeros, raperos, rokeros, grunges, emos, rastas, gomelos, tecktónicos o cualesquier disfraz detestable por las buenas costumbres.

Superado ese arrebato juvenil, porque las obligaciones del mundo piden cordura y exigen domesticar su ser salvaje y fiero, el hombre maduro elige un disfraz definitivo, vistiendo una profesión de prestigio, que pretende asumir tan en serio como para ocultar esos otros seres oscuros que se debaten en su personalidad y que tienen licencia para celebrar en esta noche de aquelarres.

Noche de difuntos, día de santos

De los difuntos cejeños que en los siglos pasados poblaron este valle Tahamí no debe quedar ya ni el polvo, sin embargo de algunos que en vida gozaron de cierto prestigio familiar quedan sus nombres y apellidos en este documento de Genealogías que perteneciera al que alguna vez fuera Centro de Historia de nuestro municipio. Invitamos a nuestros lectores para indagar sus páginas y encontrar acaso viejos lazos familiares para atar a su árbol genealógico, o nimios datos para reconstruir historias locales, o simplemente recrearse con la variedad y curiosidad de nombres que puedan servir al abanico de opciones para bautizar un hij@:
http://bibliotecadigitallaceja.blogspot.com/2010/10/genealogias-de-familias-cejenas.html

Como en esta tierra de católicos, que tras enterrar los despojos en el negro hoyo ponemos la esperanza en el alto cielo, solemos buscar ayuda en los santos para conseguir boleto de entrada a la tierra prometida, se nos ocurre que no habrán de faltar las ánimas de sacrificados paisanos que han ascendido al paraiso como frutos maduros del árbol de la vida. Me refiero a los santos desconocidos, esos cuyos nombres ni siquiera deben aparecer en una lista genealógica de buenos cristianos, esos Nomen nescio, «desconozco el nombre» que habrán merecido la santificación directa del mismo Señor como premio a la perseverancia de cargar su cruz en los afanes de cada día. A esos santos cronopios, que sólo ha sabido advertir como héroes la obra de Carrasquilla, a esos niños y mujeres que les tocó soportar silenciosamente los vejámenes de esta sociedad machista, clasista y materialista que caracteriza a la antioqueña, a ellos quiero invocar ayuda en el Día de Todos los Santos Desconocidos, para que nos animen a llevar con humildad y dignidad esta vida de peregrinaje, no menos pesarosa que la de ayer, hasta la morada del Padre.

Diálogo de difuntos

-¿Y sabes cómo es el fuego de este infierno que me atormenta? recordar las homilías del viejo párroco referente a los peligros de las riquezas. Y heme aquí como el rico Epulón pidiendo que un pobre Lázaro refresque mi lengua con la punta de su dedo.

-Y ¿quién se cree aquello del camello y la aguja? Ni siquiera nos valió las razonables advertencias y la sabiduría de las Palabras de Cohelet: "¡Vanidad de vanidades, todo vanidad!". Porque decime ahora, ¿Qué sacamos de tantas propiedades alquiladas y tanto capital en préstamo?

-Pero a mí lo que más me atormenta es aquella parábola que refiere Lucas de "Un hombre rico que tuvo una gran cosecha y se puso a pensar: ‘¿Qué haré, porque no tengo ya en dónde almacenar la cosecha? Ya sé lo que voy a hacer: derribaré mis graneros y construiré otros más grandes para guardar ahí mi cosecha y todo lo que tengo. Entonces podré decirme: Ya tienes bienes acumulados para muchos años; descansa, come, bebe y date a la buena vida’. Pero Dios le dijo: ‘¡Insensato! Esta misma noche vas a morir. ¿Para quién serán todos tus bienes?’ Lo mismo le pasa al que amontona riquezas para sí mismo y no se hace rico de lo que vale ante Dios”.

-Y a mí me duele y me pesa, como un golpe en la cabeza, que en el inventario de pecados capitales, sólo la avaricia será la que identifique nuestras lápidas; y antes que oraciones, merezcamos la burla de ser recordados como caricaturas de la mezquindad.

Vigor creativo

Las obras que exhibe el pintor Oscar Cardona, como muestra de su nueva producción, son una prueba fehaciente de su vigor creativo y de su empecinamiento artístico. Cuando otras promesas artisticas de su generación desisten de los rigores del arte y se acomodan cobardemente en una vida de seguridades, este pintor se sigue arriesgando y pone ahora en juego nuevas expresiones pictóricas, proponiendo al observador otras sugestiones poéticas sobre los ya obsesivos temas y los inquietantes tratamientos que distinguen su arte:

En su serie de urbanos es ahora una solitaria mujer la que cruza, bajo el paraguas, el tráfico de la ciudad. Un nuevo tratamiento cobra esa calle metafísica que se angosta hacia la luna. Pero la más inquietante de las tres obras que actualmente expone Oscar es este voyeur tras la tapia:

Esta pintura de un hombre que se balancea con ansioso interés
sobre la escalera de guadua, actitud que no es propiamente la de quien busca saltar el alto muro de tapia para robar al vecino una gallina que sale su almuerzo, es la intromisión perversa de quien asalta la intimidad del baño solariego de Susana. Ya no es la imagen del desnudo que es observado con insolencia sino un juego velado de espejos que posibilita la imaginación, cuando el artista dispone los elementos esenciales para un regodeo suprasensorial. Esta obra representa una vuelta de tuerca a su temática intimidad y abre nuevos horizontes expresivos a este creador para que nos siga procurando deliciosas sensaciones.
ver: http://oscardonapintor.blogspot.com/

Arte y flores


El Desfile Nacional de Silleteritos, que tiene una tradición desde 1986, además de la tradicional silleta de flores a sus espaldas, h
izo una exhibición especial con las carretillas de flores llevadas por los niños en el papel de campesinos jardineros. Esta nueva comparsa gozó del atractivo del público por su elegancia y creatividad y por el esmero que ponen sus autores para que los niños se sintieran los verdaderos protagonistas de las fiestas.



La comparsa de bicicletas en flor, que ya es un verdadero emblema del trabajador cejeño, hizo un despliegue de numerosos vehículos con sus ramos de flores en el manubrio y la parrilla. Se notó la exclusión de la mujer, no se si por machismo o recato, con su bella figura como piloto o parrillera de la bicicleta. Ya en un desfile del Liceo B.U.L. se había presentado la pareja sobre la bicicleta en flor y mostró una imagen de hermosa armonía y que podría retomar en su diseño esta comparsa.


La falta de arte de las silletas publicitarias no merece comentarios, así las hayan privilegiado encabezando el desfile. Los últimos del desfile, en esta año y el pasado, son los primeros en seguir demostrando lo que es diseñar con arte una comparsa. El grupo de los adultos mayores bajo la dirección de Dario Soto, los mismos que el año pasado exhibieron la comparsa de elaborados tocados de "El viejo toldo y la vieja flor", comprenden el reto creativo y apasionante que significa la preparación y puesta en escena de una comparsa.

Este año el artista y su equipo se la jugaron por una colorida bandera cejeña compuesta de brujas floristas vestidas con ponchos y sombreros de paja verdes, rojos y amarillos, acompañados de gigantes títeres. Sin duda que el bajo presupuesto que le asignaron a esta comparsa no permitió la espectacularidad que puede imprimir a sus obras la capacidad creadora de Dario Soto. Sin duda que otra cosa sería ver esta comparsa montada en una plataforma sobre ruedas y con las brujas dando rienda suelta a su mágica coreografía de sonrisas y gestos.

Confesiones de un viejo

"Estas rondas por la plaza, con ocasión de la fiestas del Toldo y las Flores, para un viejo como yo que la conoce desde cuando era el mercado de toldos, son como un paseo por el jardín de los senderos que se bifurcan o, menos fantástico aún, como una bola (o una pelota) que gira por una ruleta con la esperanza de dar con el número ganador. Pero antes analicemos mis probabilidades de éxito:

Por circunstancias del sentido de circulación, del ritmo lento de mi paso, del momento del día y de otros factores del azar, tal vez no logre encontrarme con ninguna cara conocida; valga considerar que para las restricciones de mi avanzada edad, sería como encontrar una aguja en un pajar. Y fatalmente, después de varios intentos, no tenga más opción que recogerme en la soledad de mi casa.

Que un destello de suerte me enfrente a una cara conocida y me de la esperanza de recuperar un pasaje de algún tiempo perdido. Pero por circunatancias de modo, por indiferencia, por olvido o por las inclemencias del tiempo en mi rostro, el otro no de señal de reconocerme y siga derecho sin saludar. O que si reconociendome la ocasión no permita ni cruzar una palabra porque cualquiera que sea el tren de responsabilidades que aquel lleva no tiene tiempo para detenerse en una estación de regreso al pasado.

O que felizmente se confabule el tiempo, las circunstancias y los dioses de la saudade para encontrar el amigo sorpresa, ese al que el azar nos une de pronto con un amor fraterno de sobrevivientes, para que en la satisfacción del encuentro, como cuando la bola de la ruleta da un abrazo feliz al número de la suerte, poder hablar sin angustias de los tiempos idos y recuperar en la memoria las historias jamás escritas, reconstruir los escenarios desaparecidos y levantar de las tumbas a los fantasmas de aquellas aventuras que hoy permiten sin nostalgia, ante ese testigo efímero, constatar que en efecto hemos vivido.

Algunas conclusiones...

... del encuentro clandestino de cronopios

"Se supone que la fiesta es el hechizo de algunos dioses y diosas jubilosos, báquicos, danzarines, atentos al juego y las músicas. Por eso, toda fiesta es derroche y locura, zambullida en un mundo no ordinario, tiempo sagrado en consecuencia, espacio para la lucidez y la ostentación. No creo que ninguna fiesta en la Ceja, y mucho menos la que acaba de pasar del “Toldo y de las flores”, se acerquen a esta idea; creo que le falta mucho carnaval y le sobra mucho “chucuchuco”; le falta más arte y menos “chucherías artesanales”; le falta más apertura al mundo gastronómico y menos colesterol; le falta más decoro y menos cagajón de bestias; le falta mayor libertad y menos represión… aún así, la Fiesta del Toldo y de las flores del 2010, fue jolgorio, lugar para los excesos, expresión tímida del arte y certeza de que la tierra aún es fértil y los dioses dadivosos."

Las fiestas en imágenes

Por Jorge David Higuita
Reportaje Grafico

Alegría con niños y flores

De recuerdos y añoranzas

-En ese entonces todos cabíamos en esta Plaza. Tanto era así que en las cuatro esquinas tocaban papayeras y chirimías y todo el mundo bailaba.
-Y te acordas que alguna vez se programaron tablados alternos a la Plaza Principal, en Cuatro Esquinas y San Cayetano.
-Y no faltaba algún merendero que se tomaba el micrófono del tablado para lanzarse al estrellato.
-Pero por más perra que fuera una borrachera se amanecía en la casa sin rasguños y con plata. Dígame ahora quien hace esa gracia con esta inseguridad tan bárbara.
-Pero es que estamos hablando de La Ceja de hace más de 30 años, cuando se usaba salir como un personaje de la Familia Castañeda.
-Y todavía, porque yo vi este año esa comparsa en las Feria de las Flores de Medellín, representada por algunos nativos cejeños en nombre del municipio de La Unión.

-¿Y se acuerdan de los reinados de belleza en la Unidad Deportiva? Ahora que hay tantas muchachas bonitas si que sería gracia.
-Siempre tienen gracia, así no sean unas modelo sino ese tipo de mujer propio de esta tierra fría: bajitas y cacheticoloradas como mi hermana.
-Que rico que se volvieran a hacer los reinados. O si no con travestis, que son más alborotados y festivos.
-Y vos crees que el Alcalde lo va a consentir con lo moralista que's.
-Y no es que en las fiestas se vale trastornar el sentido del orden y la deferencia. A él no le vendría mal disfrazarse de bufón para que nos dé una muestra de su sentido del humor.
-
Cómo fuera que por una noche de estas fiestas del Toldo y de las Flores, el pueblo eligiera algún loco por Alcalde. Por ejemplo a Nariz de Espada.
- A mí no me sorprendería que con la extraña filosofía que se manda le diera por repartir comida y trago para to'el mundo, así como canta Alfredo Gutiérrez.

-Y hablando de ron, a quien más echo de menos de aquellas fiestas es
al mochito de la ruleta. En esas apuestas se ganaba tan fácil que así conseguía yo para la media de ron y alcanzaba para un chuzo de las negras chocoanas....
-Eh, pero por nada nos está dando esta cuarentañez....
-¿Sí será cuarentañez????

Encuentro clandestino de cronopios

A despecho de los famas y las esperanzas los cronopios convienen en efectuar un encuentro preliminar y clandestino, en las Fiesta del Toldo y de las Flores, para tramar su primera fiesta de cronopios. O camuflados bajo un sombrero carnavalesco o con un aire de extravío que esconde una secreta mirada, en medio de la algarabía y la muchedumbre, los cronopios lográn reconocerse por un olor sincero o una sonora risa de guitarra. Andarán mirándolo todo y con particular atención se ineteresarán por ese carnaval de auténticos o fingidos fantoches que conforman la comedia humana de este pueblo.

Una guitarra en mano para amenizar el encuentro y una canción cuando el dinero no alcanza pa' meter en la vaca. El sentido de humanidad a flor de piel para el abrazo al amigo y el saludo al extraño. Un verso suelto de los poemas de Martí o de Machado o de Lorca, con dolor de pueblo y con sabor a sangre.

"Esos privilegiados por el amor inspirados, se forjaron un mundo secreto que sólo los dioses conocían" Holderlin

50 años de Colonia Cejeña

Preparando Las Fiestas

San Cayetano, comunidad ejemplar

Una fiesta para todos

Chismes de vecindad

- Oí pues Blanquita, ponete bien pispa pa' que nos vamos a las Fiestas del Toldo y de las Flores.
- ¡Ay que risa! Vos me crees boba Rosamelia, que voy a ir a ver ese mercado; si las fiestas en este pueblo no son sino fritanga, chucherías y aguardiente.
- Pero que más querés ¿Acaso esperás caviar, vino y chocolates? Si las fiestas populares se hacen con lo que le gusta a la gente, además orquestas y disfraces.
- Anté bailar lo mismo de toda la vida y con las mismas orquestas del año pasado. Es que no te das cuenta que sólo programan eso no más que pa' vender licor. Pués si gente son los borrachos entonces yo no soy gente.
- Quien te aguantará Blanquita con ese cuento de la cultura ciudadana y tu Medellín del alma, y el jazz y los eventos del Jardín Botánico y la Plaza Botero y bla, bla , bla...

- ¿Ven ésta?! ¿Es que acaso uno tiene que ser siempre la misma montañera? Y tampoco es que diga que me choque eso tan popular sino que no traen otras cosas.
- Pues mija es que no conoces bien la programación: Va'ber serenata cejeña y música juvenil, cabalgata, silleteros, festival de la trova, ciclopaseo, fisicoculturismo y carrera de meseros.
- Aaauuhhh, no me hagas bostezar, Rosamelia. Eso me suena a disco rayado traído de las medellines. Cuando mirés la programación fijate también en los horarios y verás como se van a atropellar todos esos cantantes cejeños en dos horas de tarima. Sin contar lo demorados que son para organizar el sonido cuando son bandas y agrupaciones de La Ceja.
- A mí no me desanimás con tus quejas y me iré a ver esa comparsas tan lindas alegóricas al toldo y a las flores, esas parejas tan bellas de muchachos en bicicleta y esos chiquititos tan tiernos llevando las silletas, ah! y este año que tienen un desfile de arrieros y mulas.
- Pues a mí no más por noveleriar me voy con vos a ver con que nos salen este año, pues me contó la Nena que la tal junta organizadora la conforman el director de turismo y su señora. .. sí, sí...

Una forma de lucha contra el poder

El deseo de lucha sólo mueve a quienes tienen un profundo sentido de la justicia y exigen sin excusa el ejercicio de la libertad y demandan sin reserva la expresión de la verdad. Cada quien está destinado a enfretar cotidianamente relaciones de poder en el escenario doméstico y laboral o en cualquiera de las circunstancia que la vida social lo obligue; y en el ejercicio sofístico de ciudadanos la democracia ingenuamente nos hace creer que combatimos o que al menos tenemos quien nos represente en la lucha por nuestros derechos y libertades. Lo cierto es que a nivel nacional y local las formas de lucha se aprueban para las páginas de la historia y la rebeldía sólo se aguanta como una pataleta de la juventud, por eso los que ostentan el poder se respaldan en la cultura de la intimidación que han promovido a cuenta de su arrogancia, que los escuda de protestas y reclamos, y que propaga la sumisión. Pero gracias al espíritu de rebeldía hay quienes no se resignan a aprobar sus actos y levantan una voz de protesta aduciendo sus razones.

Como no tuvimos en suerte vivir los tiempos heróicos de la lucha a espada bien está afilar la pluma y seguir las recomendaciones de Foucault: "designar los lares, los núcleos, denunciarlos, hablar de ellos públicamente, es una lucha, no es porque nadie tuviera aún conciencia de ello, sino porque tomar la palabra sobre este tema, forzar la red de información institucional, nombrar, decir quién ha hecho qué, designar el blanco es una primera inversión del poder, es un primer paso para otras luchas contra el poder..."
(Un diálogo sobre el poder http://www.revistacontratiempo.com.ar/foucault_deleuze.htm )
No creo que se trate de otra queja de la rencilla que parecen haber casado el Alcalde y el director del Blog y espero que en el orden de ideas que expresa Foucault, la editorial de Entre Ceja y Ceja del 27 de septiembre, que con el título de "Central Integradora de Transporte: una obra necesaria, que beneficia a unos privados con capital público" cuestiona con argumentos las decisiones de la Administración Municipal, cumple un acto de lucha poniendo en conocimiento las solapadas decisiones de la Administración Municipal en perjuicio de los bienes públicos y del aumento de la desconfianza para con las instituciones públicas. ver:
http://informativodeoriente.blogspot.com/2010/09/la-inauguracion-de-una-de-las-obras.html

Arturo

por Henry Posada

Le gustaban las mujeres, era su debilidad. Cómo caminaban balanceando el cuerpo como un bambú acariciado por el viento. Solía mirar el cuello que algunas movían graciosamente como gansos, unos eran blancos inmaculados, otros habían recibido la brisa y el sol y lucían morenos, provocadores. Le gustaba especialmente cuando se inclinaban y podía ver las vértebras dibujarse delicadamente. Las manos lo atraían poderosamente cuando éstas expresaban lo que querían, los recónditos caprichos femeninos. Prefería las de dedos afilados y cuando tenían las uñas pintadas con esmalte rojo inevitablemente pensaba que acababan de estrangular un niño.

Ver salir enjambres de ellas a la hora del almuerzo, cuando cierran las oficinas y presurosas cruzan la calle dejando una estela de perfume que alborota los sentidos, lo seducía. Podía adivinar en sus ligeros vestidos de colores apastelados las caprichosas y delicadas formas de sus cuerpos. Mirándolas recordaba la declaración de Hans Castorp en una de sus novelas preferidas a Clawdia Chauchat: “… ¡mira la simetría maravillosa del edificio humano, los hombros y las caderas y los senos floridos a ambos lados del pecho, y las costillas alineadas por parejas y el ombligo en el centro en la blandura del vientre, y el triángulo místico y oscuro del sexo entre los muslos!…”.

Arturo creció entre mujeres, la fascinación por ellas aumentaba con los años. Había en él, en su mirada de perro abandonado, tal vez, algo que despertaba en ellas sentimientos maternales y era frecuente verlo en compañía de una bella dama gozando sus favores que envidiaban sus amigos.

-¿Cómo va la relación con María Elvira?- le preguntaban.

- El lunes viajamos a San Andrés, queremos descansar un poco de ésta ciudad, nada mejor que el Caribe -

Dicen quienes le conocieron que podía vérsele con una diferente cada mes. Sus habilidades seductoras no tenían límites. Las estudiaba con paciencia de entomólogo; conocía sus rutinas, aficiones y las prefería acompañadas de sus novios que revelaban su verdadera naturaleza. Estaba siempre a la caza de su presa: cualquier coyuntura, circunstancia favorable, el azar era su aliado.

-Discúlpeme, ¿Va Ud., al piso 13 donde el Dr. Lalinde?-

-Si, señor, ¿Es Ud., también su paciente?- respondía la hermosa morena de pelo y ojos almendrados que olía a un perfume de madera, resinoso.

- Llevo 2 años en citas periódicas con él -

- Ah!, está en un tratamiento, ¿verdad?-

Al principio se mostraba vulnerable, tímido, casi infantil, pero agazapado como un taxidermista que estudia su víctima esperaba paciente que ésta fuera rindiéndosele poco a poco. Algunas creían adivinar sus intenciones y huían como cervatillos del asedio del león. Entonces él, arremetía con más vigor y enviaba cartas con epígrafes de Bécquer, debidamente lacradas y perfumadas o marcaba un número telefónico a esa hora en que el alma femenina envuelta en el ensueño no puede resistirse a las súplicas de alguien que sufre por su indiferencia; o fingía encontrárselas casualmente en lugares que sabía frecuentaban para con su mirada de perro huérfano preguntarles si lo acompañarían a un café latte en Juan Valdéz, era tan vehemente en su requerimiento que se apiadaban de él, aceptando.

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Fervor por la Música

Fotografía Jorge David Higuita
Fervor por la Música Internacional

El Sabatino


Con cinco ejemplares del periódico El Sabatino, editado en 1929, seguimos sumando documentos a nuestra Biblioteca Digital La Ceja. Consúltalos haciendo clic en el siguiente enlace:

En la edición N° 16 encontrará un homenaje al Pbro. Jesús María Piedrahita, una de las personalidades más importantes de La Ceja en la primera mitad del siglo XX.